Señor PATRICIO ACEITUNO
Vicerrector
Universidad de Chile
Presente:
Estimado Vicerrector, a través de esta carta abierta le damos a conocer
las demandas que hemos realizado los apoderados del 1º año B del Liceo Manuel
de Salas a propósito de los casos de abuso sexual descubiertos a fines del año
2011. Tras 7 meses, los apoderados vemos con desazón la dilatación y ambigüedad
de parte de los directivos del establecimiento para cumplir con las medidas
prometidas que permitan identificar responsabilidades frente a estos delitos y,
a la vez, restituir un clima de confianza al interior de la comunidad. Además,
le adjuntamos una segunda carta preparada por los padres, madres y apoderados
del 1º B, que expresa muy sentidamente el estado de ánimo actual de parte de la
comunidad frente a la demora en las resoluciones y decisiones necesarias para
reparar los gravísimos hechos acontecidos.
1) Recordamos a toda
la comunidad que el inculpado por casos de abuso de sexual en recintos del
establecimiento, está cumpliendo prisión preventiva y que, a la fecha, la
fiscalía se encuentra investigando para acreditar delito de abuso sexual a
menores del primer ciclo durante el año 2011. Este sujeto era funcionario del
Liceo y, por ende, de la Universidad de Chile. El rol de las instituciones en
este caso no puede minimizarse ni batirse en la estrategia de la dilatación
permanente.
2) Desde un
comienzo los apoderados exigimos medidas drásticas para que NUNCA más el Liceo
Manuel de Salas enfrentara una situación tan grave. En primer lugar, se pidió
una restructuración profunda de la seguridad del establecimiento y la
generación de protocolos administrativos que la regularan y resguardaran a
niños y niñas. En segundo lugar, se solicitó sancionar a los funcionarios
responsables de haber desatendido las inquietudes de los apoderados del ciclo
y, a la vez, de no haber cautelado según los procedimientos que existían a la
fecha, la seguridad de los alumnos en general. En tercer lugar, se demandó a
las autoridades directivas que agotaran todos los esfuerzos para restituir las
confianzas al interior de la comunidad, demostrando que habían comprendido que
ningún funcionario del Liceo con antecedentes de maltrato o abuso a menores
podía trabajar en el establecimiento. Se solicitaba, además, una preparación
profesional más exhaustiva y actualizada a los profesores y profesoras que
trabajan en el liceo para que supieran abordar el tema de la prevención de
abusos sexuales de forma más efectiva (desconocemos dicha preparación y el
estado de avance de las mismas).
3) A todo lo
anterior se nos respondió afirmativamente, por parte de la dirección del
establecimiento. Entendemos que existen distintos sumarios en curso. Es vital
para nosotros creer que las autoridades están convencidas que las negligencias
en casos de abuso sexual deben ser sancionadas, como también las relacionadas
con el maltrato infantil, específicamente a partir de fallas pedagógicas y
abuso de poder. Como padres y apoderados tenemos la convicción profunda que no
sólo está en juego el prestigio del colegio, de la Universidad de Chile y su
institucionalidad, sino el fundamento ético del rol de profundo compromiso en
el desarrollo y protección de la integridad de niños y niñas y de la comunidad
educativa en su conjunto.
4) De lo
mencionado en el punto 2, le informamos a usted señor Vicerrector y a toda la
comunidad, que la dirección del Liceo no ha cumplido totalmente con lo
prometido. Reconocemos algunos individuales esfuerzos por mejorar los
protocolos de seguridad, así como la capacitación de los profesionales. También
observamos un trabajo programado de incorporar la prevención del abuso sexual
en el segundo ciclo. Al respecto, la directora de este ciclo ha sabido recoger
la inquietud y estado de ánimo de los apoderados de muy buena forma,
lamentablemente, el resto de los compromisos siguen incumplidos y, lo peor y
más preocupante, con la creación de un ambiente de ambigüedad que genera mucha
desconfianza al interior del curso y de la comunidad en su conjunto.
5) Hoy vemos a la
responsable del primer ciclo durante el año 2011 trabajando en el Liceo y
asignada a tareas pedagógicas en otro ciclo sin que, a la fecha, sea claro si
el colegio tiene la determinación de sancionarla. De más está señalar que aún
no recibimos una disculpa de parte de esta funcionaria sobre las responsabilidades
que tuvo en los tristes hechos del año pasado. Esperamos que entienda señor
Vicerrector lo indignante que es para los apoderados asistir a esta impunidad.
6) Por otra
parte, la Dirección del colegio se había comprometido a desvincular del
establecimiento a profesionales que habían sido relacionados con casos de
maltrato o abuso infantil. Hoy, nos enteramos que no es claro que la Dirección
cumpla estos compromisos, pues han surgido defensas corporativas para proteger
a estos funcionarios. Una vez más, reina el desconcierto y la indignación. No
es posible que una defensa corporativa sea más fuerte que el resguardo de los
derechos de los niños y niñas.
7) Señor
Vicerrector, apelamos a su autoridad para que tome cartas en el asunto. El
Liceo Manuel de Salas es un establecimiento de la Universidad de Chile. Por lo
mismo, no debe perder de vista que es un referente de ética y rectitud. Somos
un grupo de apoderados que optamos por
la educación laica, mixta y orientada al servicio público. A pesar del
dolor vivido seguimos apostando por el colegio, pues estamos convencidos que la
instituciones deben aprender que la integridad de los niños se defiende como un
valor absoluto y que nunca más puede ocurrir que el descuido y la negligencia amparen
el abuso a nuestros hijos. Es una lección dura, confiamos que el Liceo Manuel
de Salas y la Universidad de Chile estarán a la altura de la circunstancias.
Quedamos a la espera de sus decisiones,
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