jueves, 14 de junio de 2012

CARTA DE PRIMERO BÁSICO "B"

Señor PATRICIO ACEITUNO
Vicerrector
Universidad de Chile
Presente:

                Estimado Vicerrector, a través de esta carta abierta le damos a conocer las demandas que hemos realizado los apoderados del 1º año B del Liceo Manuel de Salas a propósito de los casos de abuso sexual descubiertos a fines del año 2011. Tras 7 meses, los apoderados vemos con desazón la dilatación y ambigüedad de parte de los directivos del establecimiento para cumplir con las medidas prometidas que permitan identificar responsabilidades frente a estos delitos y, a la vez, restituir un clima de confianza al interior de la comunidad. Además, le adjuntamos una segunda carta preparada por los padres, madres y apoderados del 1º B, que expresa muy sentidamente el estado de ánimo actual de parte de la comunidad frente a la demora en las resoluciones y decisiones necesarias para reparar los gravísimos hechos acontecidos.

1)   Recordamos a toda la comunidad que el inculpado por casos de abuso de sexual en recintos del establecimiento, está cumpliendo prisión preventiva y que, a la fecha, la fiscalía se encuentra investigando para acreditar delito de abuso sexual a menores del primer ciclo durante el año 2011. Este sujeto era funcionario del Liceo y, por ende, de la Universidad de Chile. El rol de las instituciones en este caso no puede minimizarse ni batirse en la estrategia de la dilatación permanente.

2)      Desde un comienzo los apoderados exigimos medidas drásticas para que NUNCA más el Liceo Manuel de Salas enfrentara una situación tan grave. En primer lugar, se pidió una restructuración profunda de la seguridad del establecimiento y la generación de protocolos administrativos que la regularan y resguardaran a niños y niñas. En segundo lugar, se solicitó sancionar a los funcionarios responsables de haber desatendido las inquietudes de los apoderados del ciclo y, a la vez, de no haber cautelado según los procedimientos que existían a la fecha, la seguridad de los alumnos en general. En tercer lugar, se demandó a las autoridades directivas que agotaran todos los esfuerzos para restituir las confianzas al interior de la comunidad, demostrando que habían comprendido que ningún funcionario del Liceo con antecedentes de maltrato o abuso a menores podía trabajar en el establecimiento. Se solicitaba, además, una preparación profesional más exhaustiva y actualizada a los profesores y profesoras que trabajan en el liceo para que supieran abordar el tema de la prevención de abusos sexuales de forma más efectiva (desconocemos dicha preparación y el estado de avance de las mismas).

3)      A todo lo anterior se nos respondió afirmativamente, por parte de la dirección del establecimiento. Entendemos que existen distintos sumarios en curso. Es vital para nosotros creer que las autoridades están convencidas que las negligencias en casos de abuso sexual deben ser sancionadas, como también las relacionadas con el maltrato infantil, específicamente a partir de fallas pedagógicas y abuso de poder. Como padres y apoderados tenemos la convicción profunda que no sólo está en juego el prestigio del colegio, de la Universidad de Chile y su institucionalidad, sino el fundamento ético del rol de profundo compromiso en el desarrollo y protección de la integridad de niños y niñas y de la comunidad educativa en su conjunto.

4)      De lo mencionado en el punto 2, le informamos a usted señor Vicerrector y a toda la comunidad, que la dirección del Liceo no ha cumplido totalmente con lo prometido. Reconocemos algunos individuales esfuerzos por mejorar los protocolos de seguridad, así como la capacitación de los profesionales. También observamos un trabajo programado de incorporar la prevención del abuso sexual en el segundo ciclo. Al respecto, la directora de este ciclo ha sabido recoger la inquietud y estado de ánimo de los apoderados de muy buena forma, lamentablemente, el resto de los compromisos siguen incumplidos y, lo peor y más preocupante, con la creación de un ambiente de ambigüedad que genera mucha desconfianza al interior del curso y de la comunidad en su conjunto.

5)      Hoy vemos a la responsable del primer ciclo durante el año 2011 trabajando en el Liceo y asignada a tareas pedagógicas en otro ciclo sin que, a la fecha, sea claro si el colegio tiene la determinación de sancionarla. De más está señalar que aún no recibimos una disculpa de parte de esta funcionaria sobre las responsabilidades que tuvo en los tristes hechos del año pasado. Esperamos que entienda señor Vicerrector lo indignante que es para los apoderados asistir a esta impunidad.

6)      Por otra parte, la Dirección del colegio se había comprometido a desvincular del establecimiento a profesionales que habían sido relacionados con casos de maltrato o abuso infantil. Hoy, nos enteramos que no es claro que la Dirección cumpla estos compromisos, pues han surgido defensas corporativas para proteger a estos funcionarios. Una vez más, reina el desconcierto y la indignación. No es posible que una defensa corporativa sea más fuerte que el resguardo de los derechos de los niños y niñas.

7)      Señor Vicerrector, apelamos a su autoridad para que tome cartas en el asunto. El Liceo Manuel de Salas es un establecimiento de la Universidad de Chile. Por lo mismo, no debe perder de vista que es un referente de ética y rectitud. Somos un grupo de apoderados que optamos por  la educación laica, mixta y orientada al servicio público. A pesar del dolor vivido seguimos apostando por el colegio, pues estamos convencidos que la instituciones deben aprender que la integridad de los niños se defiende como un valor absoluto y que nunca más puede ocurrir que el descuido y la negligencia amparen el abuso a nuestros hijos. Es una lección dura, confiamos que el Liceo Manuel de Salas y la Universidad de Chile estarán a la altura de la circunstancias.

Quedamos a la espera de sus decisiones,

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